Los secretos mejor guardados de los amantes kinky gay
Los amantes kinky gay se ponen de moda cada día más. La monotonía en el sexo y en las relaciones de pareja hacen que prolifere la imaginación y el canallismo y los sex-shop y mayoristas de juguetes sexuales están hoy de enhorabuena. Y es que, echa un vistazo a los chicos de tu alrededor vía app de hook-up y fíjate como, ahora, un montón de gays se hacen llamar “kinky” o resaltan dicho palabro especialmente.
Y tú, ¿sabes realmente cuáles son las características de este tipo de amantes, consolidados hoy como lo más de lo más en el universo del juego y la innovación sexual? ¡Te lo explicamos!
¿Qué diferencia a los amantes kinky gays de quienes no lo son?
Desde que amanece apetece
Es casi una filosofía de vida. Sin remordimientos. Desde que amanece, apetece. Cualquier momento es bueno para follar o soltar una frase de alto voltaje a su pareja. Cualquier situación propicia a ponerse al tema y eso a sus parejas les encanta. Encuentran en los amantes kinky algo completamente diferente a lo que están acostumbrados y no les dejarán marchar.
Le gustan los juegos peligrosos y el fetichismo
No se conforman con el clásico misionero o perrito. Salen de las posturas más habituales creando su propio manual de placer para sorprender, en cada momento, a sus parejas. Los amantes kinky son un saco de vicio y fantasean continuamente con nuevos placeres. Quieren experimentar nuevos morbos y nuevas prácticas y no dudarán en proponérselas a sus parejas: cuerdas para experimentarse atados por un momento, esposas, dildos, zapas, disfraces, antifaces, una habitación de placer…
Todo sea por el placer, pero consensuado
Si encuentras a uno de estos amantes, tendrás orgasmos garantizados. Lo bueno de los kinky es precisamente su capacidad inagotable de imaginar nuevas sensaciones. El relax, el follar sin remordimientos y el hacer que los dos disfruten por encima de todo. Por ello, no será de extrañar que siempre quiera encontrar un equilibrio entre lo que él le gusta con los propios gustos de su pareja. El sexo es una cosa de dos.
Y ahora, ¿te apetece una ración diaria de tíos buenos desnudos amateur para alegrarte el día?