La prueba infalible de que todos somos bisexuales
Una cosa es la implicación emocional y otra la atracción sexual. Yo, de hecho, estoy convencido de que todos somos bisexuales. Si no, haz la prueba. Te propongo un juego con todos tus amigos heteros, sobre todo para aquellos chicos gays que se reúnen habitualmente con machitos ibéricos que afirman que “por detrás, nada de nada” y que “mi culo siempre permanecerá virgen”.
Pues bien, siguiendo con la idea de las novatadas que ya expusimos la semana pasada, entre los juegos de alto voltaje que existen cuando se comienza a descubrir la sexualidad, está el de taparse los ojos y que otro u otra bese una parte de tu cuerpo a su elección. Yo voy un paso más allá. En vez de besar, te propongo que le hagas una felación a ese amigo que asegura ser 100 % heterosexual.
¿Somos todos bisexuales?
No cabe duda. Con los ojos tapados, da igual que quien te coma el rabo sea un hombre o una mujer. Va a gustar de la misma manera, de ahí que muchos de mis conocidos reconozcan sin tapujos que somos todos bisexuales y que, a efectos puramente sexuales, “te enamoras de la persona”, con independencia de si es hombre o mujer. De hecho, no comprendo a ciencia cierta a aquellas personas que manifiestan rechazo por los órganos sexuales del sexo opuesto.
Estoy convencido que incluso el que se declara 100 % homosexual se las goza follándose un coño chorreante de flujo, tan calentito y jugosorro. ¿Tú qué opinas?
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